Esta mañana, vagueando por twitter @mariam_otea tuiteaba:
A lo que yo le contestaba:
Y soy fiel a lo que digo, creo que el día de hoy es un guiño a aquellas que murieron asesinadas por su jefe en el incendio mientras protestaban y no desistían por conseguir mejores derechos.
Y como a tantos otros, agradecerles in Eternum lo que hicieron y decirles que su muerte no fue en vano.
Peeeeeero aún así quiero felicitar a las mujeres currantas por cuenta ajena o en su casa mismamente (que de haberlas haylas), independientemente de que hoy sea 8 de Marzo, porqué no es lo mismo ducharse y desayunar, que ducharse, lavarse el pelo, secarse el pelo, peinarse, maquillarse y desayunar.
Coñas a parte, no creo en la igualdad.
Simplemente porqué no somos iguales.
Nosotras somos más. Más espabiladas, valientes, listas, intuitivas y fuertes. Ellos lo saben y se acojonan.
O se acojonaban.
Creo que todo esto de la guerra de sexos está empezando a oler a rancio.
Ahora no te comes un rosco si no tienes un primo, hermano o cuñado metido en el ajo.
Seas hombre, mujer o viceverso.
Por eso antes de gastarte el dinero en formación, procura invertirlo en invitar a cervezas al hijo del jefe, es como un MBA pero con ascenso seguro.
Los ministros y sus chistes.
Es que mira que son simpáticos estos políticos.
Mientras leía la noticia de Fernández Díaz en la que declara que el matrimonio gay no garantiza la permanencia de la especie tuve dos pensamientos:
¿Hola?¿ Me he subido a una máquina del tiempo sin querer y he viajado hasta el Pleistoceno?
Y
Si la especie que debe permanecer, se parece en algo a usted yo misma me ligo las trompas con las pinzas de las carne.
Luego me acordé de algo que me hizo pensar que no sólo los casposos como Fernández Díaz opinan de esta manera.
Me acordé de Matt Bommer.
aish... maremía...
Como para no acordarse...
Bueno, este tío era uno de los candidatos para rodar Cincuenta Sombras de Grey.
Habían más candidatos, pero los resultados de las encuestas de las Fan Page aclaraban que él era el más votado.
No sólo porqué está cañón, que lo está.
Pero es que su fisonomía es muy fiel a la del protagonista del libro.
¿Sabéis que decían los críticos de cine?
Que este señor no podía realizar el papel porqué era gay.
Porqué él declaró ser gay y presentó a su pareja públicamente y claro, ¿como va a hacer escenas sexuales con suficiente veracidad si él es homosexual?
Así que queda claro que si eres gay sólo puedes hacer papeles de gays, chato.
Así que si te sale un papel de un asesino en serie ya sabes lo que te toca hacer.
Después de la reticencia de los críticos que aseguraban que ese papel tenia que ser interpretado por uno heterosexual, unas cuantas pánfilas aseguraban que claro, él era muy guapo pero que si al prota le iban los cachas, ellas no sentían lo mismo.
Claro cielo, porqué es gay, que si no Matt, lo deja todo por ti.
Ahora resulta que han encontrado caca en la tarta de chocolate de Ikea.
Aunque por lo visto, ya nos avisaron:
La carne de caballo tiene un pase.
Os perdonamos si bajáis un 20% la Expedit.
Pero no hay mueble barato que nos haga olvidar la materia fecal.
Bueno, igual un conjunto de la Hemnes...
No, no.
Que asco. La Hemnes no.
Mis condolencias a los que hayan comido hoy allí.
Dicen que puede ser humana o de un animal de sangre caliente como por ejemplo: un, dos, tres responda otra vez.
El caballo.
Veamos,
¿Cómo llega caca de un señor a casi dos toneladas de tartas?
No me vale con un: no me he lavado las manos.
O es que lo aprovechan TODO del caballo?
Me parece que no quiero saberlo.
Es posible que podamos comernos el sofá Klippan con más tranquilidad.
Ahora ya podemos decir: Llevo el coche lleno de tarta de Ikea.
Edito para evitar disputas: Sí, lo sé, son bacterias fecales y no caca y es en China. Escribe tú una entrada al día!
No hace mucho, mientras hojeaba y ojeaba (las dos) GENTE TÓXICA, de Bernardo Stamateas, se me ocurrió hacerle una foto a la portada y subirla a Instagram y a Facebook.
Por la cantidad de likes y comentarios que recibí, entendí que todos estamos rodeados por gente malrollera que nos hace la vida imposible.
Hay una cantidad de gilis por habitante?
O todos somos gilis de alguien?
Lo que tengo claro es que hay gilis que nos imponen, y para poneros un ejemplo os hablaré de Merceditas:
Merceditas era una señorita de cuarenta y tres añitos, que no había catado varón.
Amante de los perros. (Pero MUY amante, a nivel: tengo las cenizas de mi difunto perro en la estantería junto a mi difunto padre... y no, no es una metáfora)
Se dedicaba a gritarme de malas maneras porqué yo había salido un sábado hasta las siete de la mañana cuándo ella se levantaba a ésa hora para ir de voluntaria a una perrera.
Que sí.
Que me parece magnífico y muy significativo que dediques tu tiempo a un voluntariado.
Pero chata, que yo no haga lo mismo que tú no me hace peor persona, creo yo.
Y si ésto fuera así, la Cruz Roja sería un comando terrorista.
Que despreciaba el trabajo de todo el equipo porqué lo suyo era lo más importante y más complicado de realizar.
Cuándo la despidieron pusieron a una becaria a hacer ese trabajo, digno de un ingeniero de la Nasa, su trabajo y quince más, porqué claro, la pobre becaria se aburría dándole al mismo botón durante horas.
Ella vivía con su madre. No cocinaba. Ni hacía la compra. Ni cogía un trapo.
Tampoco se maquillaba. Vestía con la misma ropa que compró veinte años atrás en el Galerías Preciados, y por el olor que emitía cabía la posibilidad que aún se lavara con arena como los Romanos.
Pero se metía en las conversaciones de los demás. Y sabía más que nadie, y todo lo que tu vestías, contabas o comprabas era incorrecto.
Su forma de NO hacer las cosas era mejor que la tuya.
Era una triste.
Su triste vida no era una elección. Ella decía que sí, que era muy feliz. (los cojones)
Pero no soportaba que los demás fuéramos a tomar una caña al salir.
Si venía algun compañero (macho) a mí mesa, se las veía venir para atraer la atención del sujeto. (léase se ponía toa perraca)
Luego, por supuesto, se dirigía al director a contar que media oficina se pasaba por mi mesa. (ojo, no que me los pasaba por la piedra, eh? que sólo hablábamos!, y para más pena de trabajo)
Gracias a Dios, el dire, nos invitaba a todos a desayunar y nos descojonábamos un rato.
Por muchos aspectos de su vida era una desgraciada.
Un ser que te despierta compasión por su vida triste y solitaria.
Pero era tan mala e hija de puta que todo lo bueno que se le puede dar a una persona que no ha sabido buscarse la vida o no ha tenido suerte prefieres invertirlo en una escobilla de wáter.
Aún así, sabiendo que su vida era gris y que tan sólo era amargura, a mí me intoxicaba.
Me envenenaba su desprecio, sus malas caras y me dejé dominar.
Hasta tal punto que dudé en seguir en la empresa con tal de no verle la cara.
Es díficil de creer la cantidad de gente que me he encontrado que sin saber cómo, me han anulado mis superpoderes y he sido incapaz de plantarles cara.
Supongo que por pena.
O por educación.
Y al final la intoxicada he sido yo.
En fín...
Hay otros gilis, que no nos vienen impuestos, pero sin saber muy bien porqué, los escogemos.
Eso otro día que me he enredado aquí con Merceditas y se me acaba el folio.
